13/12/11

Jeff Wall, el fotógrafo que "pinta la vida Moderna"


Estuve la semana pasada tres días en Londres, medio de vacaciones medio en rol de "exploradora cultural" y de mis paseos por galerías y museos varios quiero destacar la selección de trabajos de Jeff Wall que ofrece el espacio que ocupa la White Cube Gallery enmedio del concurrido barrio de Picadilly.

Jeff Wall es un artista canadiense (Vancouver, 1946) pionero de lo que se conoce como Fotoconceptualismo, un movimiento artístico heredero directo del Conceptualismo surgido a finales de la década de los 60, que se centra en la "imagen de la idea" y no en la visión óptica de la misma. Como tal, el Fotoconceptualismo se nutre de las nuevas tecnologías fotográficas (transparencias de gran tamaño a color, estética y composición cinematográfica, etc) para trabajar sobre la cotidianidad a través de un lenguaje visual en constante reflexión sobre sí mismo.

Picture for women (1979) · The Destroyed Room (1979) 
Mientras que la inmensa mayoría de propuestas de arte moderno desprenden un halo de espectacularidad, el trabajo de Wall mantiene una cierta sofisticación y substancia, debidas  quizá a su formación teórica como historiador del arte y al hecho de trabajar la fotografía como con la pintura, preparando minuciosamente tanto escenarios como modelos y recreando escenas vividas en primera mano, en un proceso que le permite reinventar la composición original, según las composiciones de pinturas clásicas (obras de pintores como Eugène Delacroix o Édouard Manet). Según palabras del propio artista "pinta la vida moderna", haciendo palpable aquí la importante influencia de Charles Baudelaire y sus intentos de unificar arte y vida en el contexto de la Modernidad parisina de finales del siglo XIX.

De finales de los 70 son dos obras, Picture for women y The destroyed room (1979) que aluden directamente tanto al concepto como al cromatismo de trabajos de los citados pintores, interpretando un diagnóstico comparativo para nuestra Modernidad, personificada en la mujer que juega a mirar y ser vista y en el escaparate que muestra, en lugar de la ilusión, una alegoría al fracaso del individuo contemporáneo.

Mimic (1982)
Durante la década de los 80, Jeff Wall se inspiró en los accidentes y las casualidades callejeras recreados minuciosamente y observados desde una cámara de gran formato que le permite registrar gran cantidad de detalles. Una famosa imagen de este período es Mimic (1982), una fotografía casi cinematográfica tomada en el estilo documental de la fotografía de calle de Robert Frank o Garry Winogrand, en lo que parece un suburbio de una ciudad norteamericana, y que refleja el momento justo en el que se revela la tensión social entre miembros de diferentes razas.

Esta narrativa cinematográfica se mantendrá cmo una constante a lo largo de toda su trayectoria, generando a veces complejísimas escenografías en obras como A ventriloquist at a birthday party in October 1947 (1990) o After 'Invisible Man' by Ralph Elison, the Prologue (1999-2000).

Los 90 fueron un perídoo en que a través d ela exploración de las nuevas tecnologías digitales, documenta escenas encontradas por azar, jugando con la idea de la representación pictórica y la abstracción, revelando a la vez la "poética de lo cotidiano".

The Storyteller (1991) 
Destaca de este período The Storyteller (1991), un trabajo realizado au plein air a modo del Déjeuner sur l'herbe de Manet, que habla de las tradiciones orales canadienses y como éstas han sido erosionadas por la vida moderna, en una recreación perfecta que reinterpreta la escena pastoral clásica. A través de espacios psicológicos como el de The Storyteller, Jeff Wall consigue generar una serie de complejas dualidades conceptuales que ponen en escena elementos fundamentales de la crisis existencial contemporánea. Son de este período obras como An Octopus (1990), Diagonal Composition (1993) o Sunflower (1995).

Fue también en esta década en la que Jeff Wall empezó a trabajar con fotografía en Blanco y Negro, un medio asociado tradicionalmente al estudio documental. Las escenografías continuan siendo recreaciones hechas por actores, epro consiguen una apariencia casual, en una investigación sobre el complejo concepto de la autenticidad en la fotografía.

A partir de los inicios del siglo XIX, Wall comienza a trabajar con paralelismos históricos, jugando siempre con al relación ficción - realidad. A través de las constantes alusiones a sus referentes pictóricos, y mostrando un elaborado criterio artístico, Jeff Wall nos muestra, de una manera distina a como lo hace el japonés Yasumasa Morimura, su propio punto de vista de la Historia del Arte.

Las fotografías de gran formato en blanco y negro y las inmensas transparencias retroiluminadas de Wall nos dejan con una extraña sensación, consiguen prolongar el tiempo en una seductora confusión. "Las imágenes más interesantes son aquellas en las que lo que se ve se las arregla para sugerir lo que se excluye". Y esto es precisamente lo que sucede en la White Cube Gallery londinense, con la fotografia Ivan Sayers, costume historian, lectures at the University Women's club, Vancouver, 7 December 2009 (2009), que con mi amiga Laura empezamos a elaborar una hsitoria, casi un cuento de fantasmas, de un modo completamente inesperado.

Ivan Sayers, Costume historian, letures at the University
Women's club, Vancouver, 7 December 2009 (2009)

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